
La información da cuenta de un retroceso en las pernoctaciones en torno a los 15 puntos con
respecto al 2023, e incluso más abajo que 2022, cuando finalmente la economía abrió sus puertas luego del receso por Pandemia.
El buen impulso registrado a partir de la segunda quincena de enero y hasta Carnaval, apenas si contribuyó a elevar algunos puntos un marcador que anunciaba desde fines de diciembre una temporada atípica.
Los datos registrados por el Departamento de Estadísticas y Censo de ASHOGA, permiten identificar vaivenes pronunciados en la contratación de los servicios turísticos que tuvieron su pico de reservas en Carnaval, un fin de semana con muy buen nivel de ocupación, pero que no alcanzó para mejorar un febrero que cerró cerca del 60 en promedio de ocupación general, producto de la caída de la demanda los días de semana, como así también en la semana posterior al fin de semana largo.
De esta forma, y en comparación con igual periodo del año anterior, y el 2022 (que atravesó un inicio complejo con el avance de la variante Ómicron, pero que a su vez tuvo el apoyo del programa Previaje); se concluye que esta temporada marcó uno de los registros más bajos de los últimos años y con fuerte caída de la rentabilidad.
En términos de la gastronomía tuvo la misma tendencia de baja entre un 15% y un 20%menos de actividad respecto de la temporada pasada.
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